Después de comer en el bar del santuario llegó el momento de emprender el descenso
Entramos en el Bosque del Realengo
Después de hora y medía llegamos a un claro en el bosque, con varios caballos pastando tranquilamente. El valle de Ata. Ahí es donde nos perdimos…
Teníamos que habernos desviado hacia el norte al poco de entrar en el valle. La señalazación no era la mejor del mundo y nos pasamos el desvio. Por más que buscamos no encontrabamos el camino, y el tiempo pasaba. Al final, con las imagenes del GPS del móvil, con la información de la que disponíamos, y teniendo en cuenta que quedaban dos horas de luz entre todos decidimos continuar un sendero en dirección Este. Suponíamos que llegaríamos a una carretera que cruza la sierra de lado a lado. Tras 40 minutos andando por un angosto camino sin rastro de civilización encontramos a estas preciosidades…
Y unos metros más adelante el pequeño pueblo de Madoz
Luciano, un vecino de la villa, fue tan amable de acercarnos a Iribas, para recoger el coche que teníamos aparcado allí para preparado para el regreso. Despues de casi 6 horas andando, disfrutando y sufriendo a la vez, aún tuvimos tiempo de volver a Uharte Arakil y ver el Barça-Madrid casi entero.
Los participantes fuimos: Pedro Miguel Ruiz, Jesus Mª Bonel, Iñaki Perez, Pascual Arriazu y Fran Aguirre.
¡Espectacular! Que maravilla
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Con pérdida incluida. Seguro que estaba preparada para darle aún más emoción a la salida.
Las fotos ESPECTACULARES!!!
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