8:00 a.m. No teníamos el día con nosotros. Había estado lloviendo toda la noche y el cielo amenazaba con más lluvia.
Llegamos todos a la oficina de Ansoain bastante puntuales, y nos subimos diligentemente al autobús. Aunque un poquito dormidos, la emoción se sentía en el ambiente. Para muchos era la primera vez que se ponían unas raquetas y eso… pone nervioso a cualquiera.
A las 9:15 llegamos a Roncesvalles. Los guías estaban ya esperándonos. Suam e Ibai se llamaban.
Nos sentamos en el autobús, y nos pusimos las botas y las polainas. Enseguida los guías nos indicaron a donde dirigirnos y nos repartieron los bastones y las raquetas.
Tuvimos que andar unos metros hasta encontrar la pista con nieve que seguiríamos durante nuestra caminata. ¡Ya hubo alguna queja por tener que andar estos metros! – ¿Estáis cansados ya? , ¡Pues no os queda nada!- Nos comentaron los guías-
Tras una breve explicación y de colocarnos las raquetas, comenzamos a andar. (Hubo alguna caída incluso antes de empezar…), pero ahí estábamos todos, concentrados en no tropezar con el de delante ni con nosotros mismos…
Salimos del parking a la quesería y la idea era acercarnos lo máximo posible al Menditxuri y si es posible subir hasta la cima.
Tras atravesar un bosque y un valle, no sin problemas, puesto que teníamos que cruzar varios riachuelos con las raquetas, conseguimos acercarnos a la base. La ascensión es sencilla, nos recordaban, eso sí, algunos íbamos ya al límite de nuestras fuerzas.
Después de un ligero ascenso y para regocijo general, los guías pararon a almorzar y así pudimos recuperar un poco el aliento.
Lamentablemente, íbamos muy justos de tiempo, así que tuvimos que adelantar la foto y por esta vez, no continuar con nuestra ascensión.
Pena para algunos, alegría para el resto…
Tras almozar, nos hicimos la foto de rigor, y volvimos pasito a pasito nuestros pasos hasta el inicio del camino de nuevo.
¡Más vale que nos esperaba una apetitosa comida en el Restaurante Haizea de Espinal!
“Cordada Mortal II”, titularon a la jornada entre risas, y es que al final fueron ¡4 horas andando por la nieve!
Que bien, me encanta 👏👏
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¡Bravo Silvia, enhorabuena!
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