El Camino de Santiago tiene sin duda magia, pero lo mejor es de todo es compartirla.
Ese Camino que se anda con los pies, se acaricia con cada mirada pero sobre todo se recorre con el corazón.
Pocos pero intensos días para recorrer el tramo desde Lugo a Santiago de Compostela, 16 caminantes, 16 peregrinos, que vivimos una experiencia sobre todo cautivadora, embriagadora y que de una u otra forma nos ha llenado. Se puede decir, que al menos en mi caso ha supuesto un antes y un después….
Explosión de colores donde el verde intenso nos acompañó durante todo el recorrido fundiéndose, eso sí, con el multicolor de la ropa y el equipaje del peregrino
Crisol de culturas y nacionalidades, de formas de ser, de perspectivas, encuentros y reencuentros en cada una de sus etapas, convivencia, compañerismo, solidaridad, risas, muchas risas, gritos de ánimo, música, silencio, conversaciones sin fin , reflexiones varias………en definitiva compartir…..
Y qué decir del tiempo, bueno o malo son conceptos relativos…… sol, calor, frío, lluvia intensa, granizo, de todo hemos tenido, pero los hemos combatido con grandes dósis de buen humor, una sonrisa y un decirnos a nosotros mismos… sigamos, todos juntos pero sigamos……calados, sí, pero satisfechos de que lo logramos y llegando enteros al siguiente albergue….
Etapas duras, sí, pero una vez superadas y echando la vista atrás gratificantes y nada que no se haya podido superar con una buena ducha y una cena agradable reconfortante y en inmejorable compañía.
Pocas horas de sueño, sí, pero suficientes como al día siguiente poder afrontar con energía la próxima etapa, previa correspondiente toma de café por supuesto…
Y qué decir de la compañía, compañeros que como bien decía Lupe parece que el mismo Santiago los hubiese elegido….
Gracias Alicia, Ricardo, Rocío, Conchi, Antonio, Marina , Jose, Eva, Albert, Nacor, Sergio, Isabel, Luisen y por supuesto…..Alfonso! por acompañarnos y ayudarnos a Lupe y a una servidora (Aurora) a que esta aventura saliera tan bien y que se haya convertido al menos para nosotros en una muestra de la esencia primigenia del concepto Blue Hearts.
Han sido meses de preparación en los que Lupe, Alfonso y yo hemos invertido tiempo, pero sobre todo le hemos puesto mucho cariño, mucho corazón que como no podía ser de otra manera destacaba por su color azul. Los resultados hablan por sí solos, ha superado con creces nuestras expectativas, ha ido mucho más allá de nuestros objetivos… y eso es porque hemos sido un equipo, como alguien ha dicho en alguna ocasión, todos y cada uno de los caminantes con su actitud, con esa actitud que no sólo suma sino que multiplica, nos lo habéis puesto mucho más fácil…
Ha habido compañeros que por diferentes motivos no pudieron vivir esta aventura con nosotros, ánimo y agradeceros igualmente el interés que habéis mostrado por este proyecto.
El amor, la sonrisa, la amistad, el sacrificio, el esfuerzo, el afán de superación, la generosidad, la tolerancia y la lucha son la esencia del camino.
Nos quedamos con esta cita de Pablo Cohelo:
“El camino es el que nos enseña la mejor manera de llegar, y nos enriquece, mientras lo atravesamos…”
Lupe y Aurora.
Enhorabuena por la iniciativa, por el amor y paciencia que habéis puesto en la preparación y por habernos permitido compartir en la distancia lo bien que ha salido todo
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Gracias, Pedro, a la próxima a ver si nos acompañas también tú…..
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